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Hades



Jueves de leyenda, ¿Quienes de nosotros no hemos escuchado al personaje de Hades? Sea por la película de Hércules de Disney, la saga de Hades de los caballeros del zodiaco, en la clase de historia; una larga lista de donde lo hemos escuchado o visto. ¿Conocen la verdadera historia de este personaje que algunos amomos y otros odiamos? Depende desde donde los conozcamos, aquí les dejamos la historia de Hades.

Hijo de Cronos y Rea, uno de los hermanos de Zeus; es el encargado de las sombras y las zonas de ultratumba. Pertenece a la más antigua generación de dioses Olímpicos, ya que estuvo en la lucha para destronar a su padre. Su principal característica es la invisibilidad, como lo dice su nombre (Hades: invisible) y como lo es su reino, vedado a los ojos de los vivos. Esta invisibilidad, le era dada por un casco que le regalaron los Cíclopes, antes de su lucha contra Cronos. Se le atribuye también el favorecer al desarrollo de las semillas, enterradas en los límites de su reino, contribuyendo así a la productividad de los campos, lo cual le da un sentido positivo que contrarresta un tanto su relación con la muerte, ante los ojos de la humanidad. Es también, por este hecho, relacionado con Deméter, lo cual se observa claramente en el mito de Perséfone.

A pesar de su relación con la muerte, no era identificado como un demonio, sobretodo porque para los griegos, no existía la figura maligna que incitaba al pecado, ya que cada uno creía que era culpable de sus desgracias. Cuando querían invocarlo, la gente golpeaba el piso con las manos o con una vara y si con esto no atendía, entonces hacían sacrificios en su honor. El reino del Hades (El Erebo), se dividía en dos sub-reinos: El Tártaro que era un lugar de expiación, donde los malos pagaban sus culpas (como el infierno para la religión católica) y Los Campos Elíseos que era donde los buenos gozaban de las recompensas de sus acciones (el cielo para los católicos). Ambos sub-reinos se encontraban en las profundidades subterráneas, ya que los cielos eran exclusivamente para que habitaran los dioses.

Las almas de los muertos para poder recorrer su camino al Hades, debían atravesar el río Aqueronte que corría por los dominios de Hades, a través de una barca manejada por un personaje lúgubre llamado Caronte, al cual le debían pagar con una moneda que los familiares del muerto colocaban debajo de su lengua antes de ser enterrado. Luego debían presentarse delante de Los Tres Jueces de los Muertos, que eran Minos, Eaco y Radamanto , los cuales decidían si el alma iba a ser condenada al Tártaro,( y en este caso cuál sería su castigo) o si iba a ser enviado a los Campos Elíseos, aunque siempre el veredicto final lo daba Hades. Para llegar a Hades, tenían que atravesar la puerta de su castillo, fielmente cuidada por Cerbero, un can de múltiples cabezas que era el guardián del Erebo.

Hades contaba con algunos súbditos que lo ayudaban a mantener el orden y que se encargaban de buscar las almas para mantener los campos del Erebo llenos. Sus principales ayudantes eran: Las Parcas que eran tres espíritus de mujeres que estaban hilando todo el tiempo el destino de cada uno de los mortales, y que lo cortaban en el momento en que llegara la hora de la Muerte. Luego estaban Las Erinias, tres espíritus vengadores de los crímenes, que se apostaban frente a la casa de cualquiera que hubiera cometido un crimen, con sus antorchas encendidas para enseñar que aquel debía ser castigado con la muerte. También estaban Las Eres, que cumplían la misma función que las anteriores, pero éstas buscaban a los espíritus que aunque, eran transgresores de algunas leyes, no tenían porqué ser castigados tan severamente. Por último estaba Tánatos (La Muerte), hijo de la noche, que se paseaba con su manto negro por la casa de la víctima para avisarle que sería trasladado al Erebo, y que con mucha frecuencia, era el encargado de enseñarle el camino.

Dentro del Tártaro, habían almas que tan sólo vagaban sin rumbo y otras que eran condenados a grandes suplicios y castigos, mandados por algún dios que había sido ofendido. Algunos casos que podemos citar son: el de Sísifo, que fue condenado por el propio Hades, por haber engañado a Tánatos y haberlo encerrado en un calabozo, por lo que durante ese tiempo nadie murió en el mundo. Sísifo fue condenado a empujar una gigantesca piedra colina arriba, pero al casi llegar a la cima, esta se le escapaba de las manos y volvía a empezar su trabajo. Tántalo, invitó a los dioses a un banquete y sirvió a su hijo como alimento, así que fue condenado a estar en una laguna con agua hasta a las rodillas, pero el agua nunca puede calmar su sed infinita, ya que se resbala de su boca, y rodeado de árboles frutales, las ramas se alejan cuando trata de alcanzarlas. Además, sólo sueña con banquetes y manjares que jamás podrá alcanzar. Las Danaidades, son las cincuenta hijas de Dánao, que asesinaron a sus cincuenta maridos por lo que fueron condenadas a llenar con sangre una tonel sin fondo. Y por último citaremos a Prometeo que osó retar a Zeus al crear al hombre, y que fue atado a una gran roca donde un animal le devora en el día las entrañas que vuelven a crecerle por la noche, haciendo así interminable su sufrimiento.

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