Екатерина Великая
Hoy hablaremos de una grandiosa mujer, que llevo a Rusia a una gran cambio; estamos de acuerdo que siendo mujer en una época en donde los reyes, nobles, príncipes, debían ser varones; como mujer no podías ocupar un cargo político, en caso que así fuera; nunca eran escuchadas o tomadas en cuenta.
Hablamos de Catalina la grande, una mujer de carácter fuerte, que no sabía doblegarse ante nadie; siendo hija de un general que prusiano, imaginen el carácter que desarrollo, como ya habíamos comentado la mayoría de los militantes y grandes rangos; siempre deberían tener varones. Pero al parece a su padre no le importaba mucho que fuera mujer, las grandes uniones entre países eran mediante matrimonios arreglados, ¿Se imaginan? podían ser casados hasta con miembros de su familia, que rudo.
Catalina estaba comprometida con su tío, hermano de su madre; pero no se llevo a cabo el matrimonio con su tío Carlos Augusto de Holstein-Gottorp; porque murió de varicela, había momentos que decían que suerte. Pero fue con Pedro con quien contrajo nupcias, ante tal hecho; primero tuvo que aprender el idioma y cambiar de religión.
Cuando Catalina se caso, su joven esposo solo contaba con 18 años, una inmadurez para gobernar, para el matrimonio, es por ello que su matrimonio no pudo ser consumado; varios años después Pedro tomo a una amante, al momento de que catalina se entero hizo lo mismo no solo con uno, fueron varios tales como: Serguéi Saltykov, Charles Hanbury Williams y Estanislao II Poniatowski. Después de la muerte de la emperatriz Isabel el 5 de enero de 1762, Pedro subió al trono como Pedro III de Rusia y la pareja se trasladó al nuevo Palacio de Invierno en San Petersburgo; Catalina se convirtió así en emperatriz consorte de Rusia.
En julio de 1762, Pedro cometió el error político de retirarse con sus guardias de Holstein y sus amigos a Oranienbaum, dejando a su esposa en San Petersburgo. El 13 y 14 de julio, la Guardia Imperial Rusa, al mando de Grigori Orlov, amante de Catalina, se rebeló, deponiendo a Pedro, y proclamando a su esposa como gobernante de Rusia. El golpe triunfó sin derramamiento de sangre; Catalina Dáshkova, una confidente de la emperatriz, señaló que Pedro parecía no tener problema en abandonar el trono, y solo pedía a cambio una tranquila finca, su viejo violín y suministros de tabaco y vino de Borgoña.
Eso fue un poco de la gran historia de Catalina La grande. Fue una mujer muy interesada.
